Ya sabemos que toda oficina cuenta con empleados ambiciosos, A.K.A. trepas: todos hemos coincidido con alguno.
Tienen la inexplicable capacidad de escalar posiciones. Y sobre como lo hacen ya he escrito bastante.
En principio no parecen tener más experiencia ni ser más inteligentes que el resto, pero poseen alguno de los rasgos de la personalidad que los psicólogos llaman la “triada oscura”:
- manipulación o tendencia a influir en otros para beneficio propio
- narcisismo que denota una gran admiración hacia uno mismo,
- personalidad antisocial, asociada a una falta de empatía por los demás.
Pero falta un factor, que no es de personalidad, sino social. Me resulta cuando menos llamativo, tratándose de seres antisociales: también son expertos en forjar alianzas políticas con los demás, pero sobre todo entre ellos. Resulta que estarían dispuestos a matarte por un puesto, pero entre ellos se respetan.
Y el mejor resumen que he escuchado sobre este punto lo escuché el otro día viendo la serie Narcos. Don Berna, uno de los personajes, explica a otro el porqué de una inesperada alianza.
- Usted y yo somos como la serpiente y el gato. Si la serpiente puede, mata al gato. Y si el gato puede, mata a la serpiente. Pero a veces, los dos ven una rata bien grande... y ambos se la quieren comer.
Que no es necesario ser culto para ser sabio, vaya. El amigo Berna me tuvo rascándome la cabeza un buen rato después de escuchar su frase.
No hay comentarios:
Publicar un comentario