Mientras ella repasaba con la vista el curriculum, el candidato permanecía en silencio. A sus veintipocos, confiaba en la presencia que le otorgaban su traje a medida y el pelo engominado. Levantando la mirada del documento se dirigió al candidato y dijo:
- Ciertamente un buen curriculum, pero me gustaría que ampliases un poco la información sobre tu último trabajo, en el que indicas que has estado más de 10 años. ¿Qué puedes contarme al respecto?
Se miró las uñas con ojos entrecerrados antes de responder.
-Na. Lo de siempre. Dirigiendo multinacionales, fusionando compañías petrolíferas y eso. Ya te he dicho que soy muy flexible. Soy el Rambo del management, el terror de las empresas ineficientes.
-No, si ya... Pero veo que defines tu actividad principal como "cremento". ¿A qué te refieres?
-Pues a eso, a que básicamente he sido un cremento toda mi vida laboral.
-¿Podríamos decir que eres un ex-cremento?
-Sin duda. Soy el mayor excremento que nunca haya trabajado en una empresa.