Me lo dijo mi abuelo. Hablar bien consiste en que todo el mundo te entienda. Y que razón tenía...
Os preguntaréis a qué viene esto. El otro día estuve en una conferencia en una consultora muy importante: planta alta de un rascacielos, trajes impecables, señores enérgicos con aspecto ejecutivo. Después de una ronda de cafés para soltar el ambiente, comenzó la charla. Y vino mi abuelo a la memoria.
Los ponentes empezaron a hablar en una lengua desconocida, en la que mezclaban palabras comunes con otras que no venían en el diccionario. Cosas como "el benchmarking es un KPI para rolar" o "el feed del RSS". Incluso a veces llegaban a lo exótico con términos como VPN, API, RSS o XML. Menuda pasada. Por un rato pensé que me había colado en una reunión de masones, como en los libros de Dan Brown. ¡Lo que iba a presumir cuando lo contase!
Pero que va. Era una charla profesional de señores que se hacían los interesantes diciendo cosas raras. Era su patio de colegio: en lugar de ser el abusón de la clase, allí ganaba el que más sandeces enlazase en la misma frase. Y joder, los había con talento.
Después de varias horas me dejaron irme. Volví a un mundo en el que las cosas tenían nombres conocidos.
Y pensé que cuando era pequeño a la gente así se les llamaba estúpidos. Ahora se les llama casi igual. Estúpi-2.0
Os preguntaréis a qué viene esto. El otro día estuve en una conferencia en una consultora muy importante: planta alta de un rascacielos, trajes impecables, señores enérgicos con aspecto ejecutivo. Después de una ronda de cafés para soltar el ambiente, comenzó la charla. Y vino mi abuelo a la memoria.
Los ponentes empezaron a hablar en una lengua desconocida, en la que mezclaban palabras comunes con otras que no venían en el diccionario. Cosas como "el benchmarking es un KPI para rolar" o "el feed del RSS". Incluso a veces llegaban a lo exótico con términos como VPN, API, RSS o XML. Menuda pasada. Por un rato pensé que me había colado en una reunión de masones, como en los libros de Dan Brown. ¡Lo que iba a presumir cuando lo contase!
Pero que va. Era una charla profesional de señores que se hacían los interesantes diciendo cosas raras. Era su patio de colegio: en lugar de ser el abusón de la clase, allí ganaba el que más sandeces enlazase en la misma frase. Y joder, los había con talento.
Después de varias horas me dejaron irme. Volví a un mundo en el que las cosas tenían nombres conocidos.
Y pensé que cuando era pequeño a la gente así se les llamaba estúpidos. Ahora se les llama casi igual. Estúpi-2.0